Como padres que somos debemos recordar que también somos hijos. ¿Cuántas veces le pedimos permiso a nuestros papás de ir de viaje solos con nuestros amigos, intercambios escolares, campamentos o vacaciones en la playa? Desafortunadamente nuestra época era complicada; vivimos en un país demasiado tradicionalista en donde la cultura de no hacer «cosas buenas que parecieran malas» estaba insertado como chip en la mente de todos nuestros padres.
Hoy las cosas han cambiado, gracias al mundo digital, los niños pueden conocer más sobre cuestiones que les apasionan y, si son como yo, probablemente les interese buscar más de viajes y lugares para visitar que otra cosa y entonces, como padres tenemos opción de dejarlos ir y apoyarlos con todos nuestros recursos (no sólo dinero) para que se diviertan y regresen con experiencias multiculturales o bien, prohibirles por completo manifestar sus deseos de explorar.
Aquí entre nos, te quiero platicar que mientras más viajen tus hijos, más probabilidades existen de que sean exitosos y aumenten de forma notable su autonomía. Al no tener a papá y mamá viajando, arreglando maletas, comprando comidas, decidiendo a dónde ir, prohibiendo ciertas aventuras o bien, eligiendo incluso el lugar, ellos se vuelven mucho más responsables: ahora entienden que deben valerse por sí mismos para poder sobrevivir en un ambiente no natural… salen de su zona de confort.
Que dicen que para todo hay edades y concuerdo… A los má pequeñitos les tocarán campamentos de verano y ya a los más grandes les tocarán experiencias multiculturales que van desde un largo viaje a Europa hasta un intercambio (que puede ser en el interior de la República) que les permita conocer más de sí y de su entorno.
Te comparto alguno de los beneficios de que viajen solos:
- Niños fuertes y maduros
- Niños autónomos
- Niños con capacidad de toma de decisión
- Niños responsables
- Niños capaces de realizar tareas de casa
Pero todo esto tiene un precio. Entiendo que muchas veces como padres intentamos darles todo, lo que nuestros abuelos le negaron a nuestros padres y nuestros padres limitaron con nosotros… Un círculo de tenerlos siempre en la zona de confort. Te recomiendo que si tus hijos han tomado la decisión de tomar un curso fuera de casa o irse a un campamento o simplemente viajar hagas lo siguiente:
- Cuestiona las causas de su decisión, así estarás segura que lo hacen porque quieren explorar nuevas aventuras.
- Ponles retos para que puedan ser premiados después con ese viaje (subir calificaciones, hacer tareas, asistir a sus clases extras, ayudar en casa)
- Platica con ellos sobre los riesgos y consecuencias que tiene el viajar solos o lejos.
- Haz énfasis en las conductas permitidas de acuerdo a la educación que les has dado a lo largo de su vida.
- Déjalos ir y disfruta cada momento de extrañarlos.
El proceso de crecimiento emocional se ve afectado con todos los viajes que tus hijos pueden hacer. Tener buenas o malas experiencias va a suceder y lo mejor que puedes hacer en esos casos es dejar que ellos resuelvan los problemas que se les presentan en el viaje solos. No quiere decir que no los ayudes pero sin duda los ayudarás más viendo como reaccionan ante ciertas situaciones que actuando por ellos.
Recuerda que al final la decisión la tomaron ellos y por ende, deben entender que toda decisión tiene consecuencias positivas o negativas y hay que aprender a lidiar con las pruebas que la vida nos pone. Y ya te platicaré en otro artículo los mejores lugares para que tus hijos viajen de acuerdo a sus edades y personalidad.
Muy importante: si tú eres el padre que quiere que sus hijos tengan experiencias multiculturales y ellos no quieren, no presiones a nada, no los forces ya que puedes ocasionar que tengan malas experiencias… permítele conocerse y decidir el momento en el que quieren viajar. Hasta la próxima!